Paciente de apuestas deportivas

El paciente recostado en el diván escucha los comentarios de su psicólogo. La conversación gira en torno a su preocupación por las apuestas deportivas. El hombre siempre tiene que estar apostando a algo y no puede detenerse hasta ganar apuestas. Lo más complicado es que se despilfarra todo el dinero y no puede pensar en nada más que en apostar y ganar.

El psiquiatra lo apoya rotundamente y lo obliga a seguir a jugando. Conversa con él sobre posibles apuestas y le hace recomendaciones y consejos para ganar. El hombre no entiende nada y piensa que el loco no es él. Se apresta a atender los datos y dividendos del doctor, que parece que domina varios deportes. Y piensa compartir las ganancias de las apuestas deportivas, después pasan a comentarios de deportes y la pelota comienza a rodar. Pronto termina el juego, mejor expresado la sesión: la próxima seguimos con las apuestas, vaya pensando resultados ganadores.

El paciente sale desconcertado del consultorio y piensa que no está enfermo y que las apuestas deportivas en cualquier momento saldrán ganadoras. El psicólogo busca que el hombre piense y se decida por él mismo a dedicarle más tiempo a su familia y al entorno de su vida, pero sin abandonar las apuestas que sin dudas le brindará buenos ingresos extras.